Sin embargo Andrea Ferreyra, mujer a cargo e impulsora de este hogar, contó a concordia.elentrerios.com su punto de vista. Haciendo pie en que la difusión de eso "quizás fue con malas intenciones", aclaró que "es de público conocimiento el mal estado de la Casa de la Mujer, incluso apenas nos mudamos acá invité a los medios a que vean el lugar y en nuestro Facebook hay varias fotos de actividades que aquí se realizan".
Sin embargo, sentenció que no es por culpa de la intendencia sino todo lo contrario: "esta es la primera vez, después de haber golpeado tantas puertas, que en la intendencia me abren las puertas y se unen a mi lucha. Nosotros estamos con una casa así porque es lo que conseguí yo, con lo poco que tenía, y sabía que no era suficiente pero quería demostrar que antes que quejarse se tiene que hacer".
Siguió resaltando el respaldo del intendente, que comenzó desde la marcha por el Ni Una Menos. En ese acto, Ferreyra le pidió expresamente a Enrique Cresto ayuda para el hogar, a lo que el funcionario respondió afirmativamente. "Me dijo 'no tengas problema, vos busca una casa en condiciones y desde el municipio y la fundación Conased la vamos a financiar'", contó.
¿Por qué la casa está en mal estado?
Ferreyra comenzó contando que en los comienzos, el hogar era aun más precario. La primera ubicación contaba con condiciones edilicias malas, a lo que la actual está "un poquito mejor". Inmediatamente procedió a contar que en la casa de ahora "llamamos un electricista para que vea si se puede arreglar el tendido y nos dijo que saldría $6 mil. Por eso nosotros pensamos que para qué gastar tanta plata en una casa de la que ya nos íbamos a ir, porque llegamos a este lugar ya sabiendo que necesitábamos irnos a un lugar mejor".
Tras el apoyo del intendente, Ferreyra comenzó a buscar intensamente hogares que cuenten con los requisitos necesarios, como "varias habitaciones, una que pueda funcionar como oficina y un patio para los chicos que conviven con su madre". Pero luego de tres meses de esfuerzo sólo pudo encontrar una casa disponible, ubicada en Rivadavia y Carriego, y que no cumplía con lo necesario.
Una mudanza inminente
Recién en las últimas semanas, Ferreyra pudo encontrar una casa que implicaría mejorar la condición en la que viven las mujeres y sus hijos. "Es una casa grande, ubicada en el casco céntrico, que no tiene gas natural pero si conexión legal, y tendría capacidad para 12 mujeres con sus chicos".
En la misma línea, agregó que "jamás se le rechazó una estadía a una mujer, las veces que tuvimos falta de lugar nos contactábamos con Desarrollo Social y las fundaciones para que consigan un hospedaje, pero nos movíamos y sí o sí les encontrábamos un refugio. Lo mismo con los chicos, nunca hicimos problema con la cantidad de hijos que traiga consigo una refugiada e incluso actualmente una madre vive en el hogar con sus cinco niños, que aunque sean grandes a todos les damos de comer".
Por último, destacó que la mudanza se haría efectiva esta semana, y que no se realizó en la anterior por la cantidad de feriados que hubo y que tornaban muy complicado el traslado de las cosas.
