En ese marco, los funcionarios de ambos países expresaron que "los despidos son caso cerrado" y que "no quieren hablar más" del asunto, a la vez que "se negaron a reconsiderar la medida" siendo que la entidad gremial pide y propone desde el inicio del conflicto "la reubicación", precisó la dirigente.
Los directivos del organismo argumentan "que cada despido tiene una respuesta" que lo explica, lo que no conforma al Sindicato argentino Siatrasag que ratificó el estado de "asamblea y movilización" y este martes comunicará a la sociedad cuál es la situación de la represa Salto Grande ante los cinco despidos de quienes, hasta diciembre manifestó Sosa, "estuvieron abocados al trabajo con la comunidad".
"Seguimos dando las pautas para cada compañero sobre lo que ha pasado, tenemos toda la voluntad de reubicarlos para que no se queden sin trabajo, es nuestra meta", afirmó Sosa y lamentó que la reunión de Buenos Aires fue con el propósito de "traer tranquilidad" a los trabajadores sin embargo existe "una situación de incertidumbre e indeseable".
Según agregó Sosa, los funcionarios les avisaron que se darán "90 días para continuar revisando la planta de personal, sector por sector de la represa, funcionario por funcionario". "Nos llama mucho la atención", reconoció la sindicalista.
