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Ellos son vecinos de Concordia y se atrevieron a relatar sus vivencias del 8 y 9 de diciembre de 2013. Elentrerios.com reconstruye la historia reciente de los concordienses, contadas por sus protagonistas: qué vivieron un sacerdote, una empleada de comercio, la dueña de un autoservicio, un trabajador de la fruta, una enfermera, un comerciante de barrio y una ama de casa.

Las entrevistas fueron realizadas en dos etapas. Las primeras, el martes 10 de diciembre, horas después de los momentos de tensión, inseguridad y temor que vivió Concordia, tal vez en su historia. Las otras voces se sumaron el sábado 14 de diciembre. Todas fueron registradas en vivo, en la mañana de Oíd Mortales Radio (88.9).

"Apaciguar los ánimos"

El padre José Zabaleta estuvo en el punto neurálgico del reclamo. En su rol de capellán de la Policía de Concordia. Hasta la Jefatura Departamental concurrió el mismo domingo 8 de diciembre, alrededor de las 20. Ahí permaneció durante toda la noche.
“Mi misión como capellán es tratar de acompañar y así fue que me acerqué para involucrarme y estar con ellos. Además, traté de que ese reclamo se realizase de la manera más tranquila posible”, recordó en diálogo con “Club de Amigos” (sábados de 8 a 10) de la emisora de elentrerios.com en Concordia (entrevista del 14-12-2013).

Contó que “estuve toda la noche, con momentos de oración con las familias, conversando en forma particular con cada uno y también con el jefe de Policía. Tratando, desde mi misión, de escuchar y tratar de apaciguar los ánimos”.

Los reclamos de los policías, por su rol, seguramente usted ya los conocía. ¿Qué les decían? “Es cierto. Así como en esta institución también en otras instituciones del Estado que no tienen todos los medios que son fundamentales para cumplir bien su misión”.

¿Intentó invitarlos a que continuasen el reclamo de otro modo? “Me traté de ubicar en el hecho concreto. Ya estaban dentro de la Central cuando yo fui, al igual que las familias. Por lo tanto tenía que involucrarme en esa realidad. Mientras tanto estaba conversando con personas del Gobierno que se fueron acercando. También a la madrugada estuvo presente el segundo jefe de la Policía de Entre Ríos y otras autoridades buscando, a través del encuentro, una salida razonable”, rememoró.

Los locales de Centro Eléctrico, San Carlos Hogar y supermercados Modelo fueron algunas de las empresas que sufrieron los saqueos. El hipermercado “Carrefour” fue otro epicentro de la anarquía que vivió Concordia.

La noche que los vecinos “se volvieron delincuentes”

En las inmediaciones del gigante emprendimiento comercial vive Martín, un pequeño comerciante de barrio. “Tengo 2 criaturas y un negocio. Me salvé. Fue increíble. Bronca da ver gente que no puede ser que se vuelvan delincuentes”, se lamentó y añadió: “un 40, 50% de la ciudad se volvió delincuente. ¿Cómo abrís tu negocio y le dejás la puerta abierta a una persona que vos la viste pasar con una heladera arriba, con una cocina?”.
Él contó lo que vivió a través de Oíd Mortales Radio. Fue en la mañana del martes 10-12-2013. “No puedo creer todo lo que nosotros vimos acá en la zona del hiper. Personas que te piden una bolsita para llevar el arroz y que se llevaban 3 ó 4 corderos arriba de la moto”.

Mencionó que, en lo personal, debió llevarle “mis hijos a mi suegra y agradezco que me los cuidó. Pasé todo un día sin verlos porque no podía pasar al otro sector de la ciudad. Nunca pensé que iba a tener que estar armado para cuidar lo mío”, admitió.

Dio testimonio del dolor que sintió: “no tengo una heladera en casa, uso la heladera vitrina del comercio para guardar mis cosas. Voy al hiper un día a ver una heladera que sale $2500. La ves sonriendo y después pasan con heladeras de $25000 que se la llevaban en un carro. Después un tipo en un Logan, patente de 2013, cargando una heladera de ese tipo. Es increíble lo que vimos”.

2 días “encerrada con mis hijos”

María es ama de casa y también tiene su casa en inmediaciones del Carrefour de avenida Eva Perón. “No tenés idea lo que fue el domingo (08-12-2013) y ayer también (09-12-2013). Hubo corridas todo el día y gente metiéndose por todos lados. Esto no nos merecemos como sociedad”, lamentó.
Ella tiene sus responsabilidades en la casa, mientras que su esposo trabaja en un autoservicio mayorista. “Estuvo toda la noche de vigilia, los dos días. Mi hijo trabaja de sereno. Te imaginas que yo no dormí estos dos días. Terrible. Quién nos paga todos los momentos que vivimos. Nadie”, planteó al borde de las lágrimas.

Cerró su diálogo con el programa “La 5ta. Pata”, (lunes a viernes de 9 a 12) de Oíd Mortales Radio, diciendo: “yo a esto lo viví encerrada con mis hijos. No salí ni a la puerta por miedo a ligar algún chirlo, un tiro o cualquier cosa. No sabías con qué te podías encontrar”.

El saqueo a los comercios del hiper

Ana es estudiante, de nivel terciario. Trabaja hace 7 años en uno de cinco comercios ubicados en el interior del hipermercado. ¿Todos han sido saqueados? “En su mayoría sí. El caso de la agencia es la que menos perdió porque justamente ellos solo manejan plata, aunque le sacaron hasta la caja fuerte. La mayoría de los negocios quedaron destrozados de un 80 al 90%”, respondió el sábado 14 de diciembre de 2013.
Contó que ella empezó a presumir que algo no funcionaba con normalidad en la ciudad cuando aproximadamente a las 20:30 de hace exactamente un año “pasé por el Modelo y estaba cerrado, lo que me pareció totalmente extraño. Aproximadamente a las 22 me llamó mi jefa y me contó cuál era la situación que se estaba viendo venir”.

“Llegó una muchedumbre gigante y no se pudo parar”

Decidió, inmediatamente después, ir para allá “porque uno muchas veces no mide las consecuencias. Uno ve que tu fuente de trabajo está corriendo peligro y la verdad es que no pensás bien las cosas”. Lo que vio fue desgarrador: “no sé la cantidad de gente que había, pero parecía un nido de hormigas. Sacaban absolutamente todo, aunque todavía no habían llegado a la parte de los negocios”.

El personal de seguridad de la multinacional le impidió ingresar a “proteger” el comercio ubicado de espaldas a la avenida Eva Perón. “Fue una situación desesperante porque estuve ahí mientras rompían los vidrios y sacaban todo. La verdad es algo que uno ni siquiera quiere acordarse”, admitió y reveló: “fue de un momento a otro. No fue que cayeron 5 personas y empezó, sino que llegó una muchedumbre gigante y era algo que no se podía parar”.

Lo perdieron todo, incluso algunos efectos personales. Ana trabaja los siete días de la semana ahí, ya que los francos los va tomando cuando los necesita para estudiar. En los momentos libres “yo estudio ahí así que tenía mis libros, apuntes. Tenía cosas personales y justamente por eso era la desesperación de querer entrar. Además justo habíamos traído mercadería y estaban las cajas sin abrir”, recordó.

“No era gente que sacaba para comer”

Relató, además de los daños sufridos en la regalería de la que es empleada, qué pasó en el hipermercado. “No era gente que sacaba para comer, ni de clase social baja para decir que por la desesperación los lleva a hacer eso. Era gente de muy buena posición económica, que vemos todos los días yendo a comprar al Carrefour y llevándose cosas que no son de necesidades básicas”.

Detalló, al programa “Club de Amigos” (sábados de 8 a 10) de la emisora de elentrerios.com en Concordia, que “mayormente se llevaban los LCD. Entre el apuro quedaron muchos motores de aire aicondicionado, se llevaban la parte del split y dejaban la otra. Se llevaban los LCD y dejaban las cajas con los cables”, contó y agregó: “era entrar a sacar lo que primero había. Había gente que se llevaban las heladeras, cargándola no sé cómo y sacando fuerzas no sé de dónde. Era horrible”.

Terminó reflexionando: “creo que una de las cosas que más deprimen es que veías la parte de comidas, lácteos y eso y estaban completos. Las góndolas de comida y las de limpieza no tocaron nada”.

Le entregaron “el pueblo a los chorros”

Juan es cosechero. Su año se divide en dos: los meses de laburo en la fruta y los que temporalmente puede hacer “alguna changa” para llevar el pan a su casa. “Gano menos de 4 mil pesos por mes. En la temporada trabajamos y después quedamos parados. Hoy tenemos el interzafra que nos paga el Gobierno y algunos no lo cobran”, había contado el martes 10 de diciembre.
Reflexionó, entonces, en Oíd Mortales Radio: “estoy totalmente de acuerdo con que la Policía haga un reclamo como el que hizo, pero no de la forma que lo hizo. Le entregó el pueblo a los chorros. De eso que no te quepa ninguna duda”.

“¿Por qué nos abandonaron? Sentí que me moría”

En la misma línea argumentativa transitó Rosa, una enfermera del hospital “Delicia Concepción Masvernat”. Dijo que los policías “debieron haber pedido pasivamente, como nosotros venimos pidiendo hace 4 años un aumento, a través de nuestro gremio. Correcto, no tienen gremio pero tienen algo muy valioso porque nosotros los decentes (la gente que trabaja con la gente) velamos sueños y muertes. Siempre estamos ahí. No los dejamos”, comparó.
Siguió planteando interrogantes: “yo también cobro un sueldo bajo, pero hablamos, dialoguemos. Y si hubo diálogo y no llegaron a mí que no me vengan a hacer creer que no llegó a oídos del gobernador. Más vale que sí, pero ¿por qué hicieron eso? ¿Por qué nos abandonaron? ¿Por qué nos dejaron en cada barrio, a expensas de que cada uno de nosotros saliera con palos a la calle o prender fuego para que no entraran los ladrones en nuestros hogares?”.

“Después de trabajar tanto tiempo, sabés la amargura que tengo en estos momentos”, expuso su indignación el 10-12-2013. “No poder comer por no tener el pan para mi nena, por no salir a comprar. Sentí que ya me moría”, afirmó y cerró: “ellos (por los policías) psicológicamente tendrían que haber pensado que la vida no es eso. La vida es el trabajo”.

La peor noticia: “entraron, entraron”

Raquel fue mamá de un varón en enero de 2014. Casi 2 meses antes vivió una de sus peores noches. Su hermano menor, desde la casa paterna, la llamó y le dio el peor de los avisos: “entraron, entraron”.

¿Qué hicieron? “En lo de mis padres justo estaba de visitas un tío de Buenos Aires así que salió con mi hermano. Salieron todos. Dentro de todo, los daños no fueron muy grandes debido a que salieron inmediatamente. Yo llegué a los 5 minutos más o menos de ocurrido el hecho y ahí entró el pánico”.

¿Qué se llevaron? “Rompieron los vidrios de la puerta de ingreso y lo primero que llevaron fueron las computadoras, las cajas registradoras, joyas y después mercaderías como sidras y lo primero que estaba, en el frente del negocio como bebidas. Lo que es comestible, comestible, nada”, subrayó la dueña del autoservicio ubicado en el barrio María Goretti, jurisdicción de la Comisaría Primera.
Precisó, ante la consulta en “Club de Amigos” (sábados de 8 a 10), que los saqueadores que ingresaron fueron unos 25. “Todos de la zona cercana al comercio. Algunas caras conocidas y todas las personas eran entre adolescentes y grandes. Más que nada adolescentes. La mayoría era cliente del autoservicio”.

¿Cómo siguieron las horas posteriores? ¿Qué precauciones tomaron? “Estuvimos con las puertas cerradas desde ese momento y hasta el martes (10/12/2013) al mediodía. Se plantó gente en el lugar cuidando, más que nada la cuadra entera. Los vecinos ayudaron mucho”.

Detalló que “se armaron de palos, fierros y todo lo que se podía tener para cuidar y resguardar el lugar entero. Se cortó la calle con viles (cajas grandes de madera) que tenemos en el galpón del negocio porque el miedo era que si nos entraban al galpón grande del depósito los daños iban a ser irreparables”.

Memoria ejemplar

Tzvetan Todorov propone hacer una distinción entre memoria literal y memoria ejemplar. Explica que la primera no implica necesariamente mayor veracidad, es lo intransitivo, no conduce a nada más de sí misma. Es la continuidad entre pasado y presente.

En cambio, la memoria ejemplar utiliza el pasado como modelo para comprender situaciones similares del presente, con sujetos diferentes, ya que la historia jamás se repite (solamente en sentido espiralado). La memoria ejemplar libera, y permite prever para que situaciones no deseadas no vuelvan a repetirse, o al menos hacer el intento. Que así sea para Concordia.
Fuente: concordia.elentrerios.com - Oíd Mortales Radio

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