"El tema de la leishmaniasis viene desde hace varios años, 4 o 5, cuando se empezó a hablar del tema. En esa oportunidad descubrí un caso que no era autóctono sino que era un animal traído de afuera, pero ya se veía que la enfermedad avanzaba desde el norte".
Froy fue tajante al afirmar que "eso tiene que ser una política estatal, y si lo único que hago como Estado es eliminar al enfermo no voy a combatir la enfermedad. A la enfermedad la transmite el flebótomo, y si bien es difícil pelear contra la enfermedad no creo que sea imposible paliar de alguna manera las consecuencias del animal".
¿Cómo tratar la leishmaniasis?
"La leishmaniasis es una enfermedad zoonótica (transmisible de los animales al ser humano) y lo conduce un mosquito o jején, que contagia un parásito al perro. El organismo del perro actúa de reservorio del parásito, y si ese mismo mosquito pica a un ser humano le va a provocar la enfermedad", especificó.
Amplió diciendo que "hay dos leishmaniasis, una cutánea y otra visceral, tengo entendido que la visceral es más grave. En el humano hay tratamiento pero en los perros no. Los profesionales veterinarios dicen que hay un tratamiento para mantenerlo, que no hay cura pero se lo puede mantener vivo y sano, aunque esto signifique un peligro para seguir transmitiendo la enfermedad". Luego destacó que "hay maneras de prevenirlo, hay collares, hay pipetas, hay formas de tener al perro aislado del flebótomo... Es una política bastante compleja, pero es responsabilidad del Estado".
Dio un consejo a la gente que esté preocupada: "yo podría decir varias cosas, pero lo aconsejable es que consulte con un veterinario que le dirá cuáles son las medidas a tener para no someterse al sacrificio del animal". Y cerró sentenciando que "matar a todos los perros no va a significar terminar con la leishmaniasis, porque imaginemos que se matan a todos los perros de Concordia, va a quedar el mosquito infectado que me pica a mí y la enfermedad sigue presente".