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Los atletas corren por Lamadrid (foto de archivo).
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"Recibió los primeros auxilios en el lugar y fue trasladado al Hospital Heras donde falleció", explicó la comisión organizadora de la edición 38 de la Maratón Internacional de Reyes. Así lo contaron a través de un comunicado enviado desde el área de Prensa de la Municipalidad de Concordia. Diego Luis D´Angelo tenía 33 años. Su vida concluyó este sábado, mientras participaba de la tradicional prueba pedestre de Concordia. ¿Qué pasó antes de que fuera trasladado? ¿Quiénes lo asistieron? ¿De qué modo lo asistieron? ¿Cuánto tiempo pasó? ¿En qué lo trasladaron?

A continuación, El Entre Ríos comparte la información suministrada por los testigos del hecho que enlutó a la ciudad. Dos personas, que prefirieron reservar su identidad, contaron detalladamente cómo pasaron esos minutos del anochecer de este sábado 7 de enero.

Aproximadamente a las 20:30, D´Angelo se desvaneció. Fue en la esquina de calles Lamadrid (por donde corrían los atletas, en dirección sur-norte) y 3 de Febrero, en el octavo kilómetro de los 10 previstos para la Maratón de Reyes.

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Lamadrid y 3 de Febrero, allí fue donde perdió el conocimiento el atleta de 33 años. Agrandar imagen
Lamadrid y 3 de Febrero, allí fue donde perdió el conocimiento el atleta de 33 años.
"La gente que estaba en esa esquina lo empezó a auxiliar", contó la adolescente que observaba lo que ocurría desde la vereda de enfrente. Entre 3 y 5 minutos pasaron para que llegase y le diese los primeros auxilios un hombre que trabaja como guardavidas y que, casualmente, estaba ahí mirando el paso de los corredores.

"20:44, llamé a la primera ambulancia. Ahí empezamos a llamar todos los que estábamos en esa cuadra", recordó la joven; mientras que el otro testigo recordó que en su celular le quedó registrado su primer llamado al 911: 20:45.

"El pibe estaba en las últimas. Intentaba algo (el guardavidas) pero ya no respondía. No sangraba.", relató a El Entre Ríos el segundo testigo consultado. Así fue que ese guardavidas "empezó a hacerle reanimación. Intentaba tomar aire, pero tenía los ojos dados vuelta" recordó sobre cómo estaba el maratonista.

Mientras tanto una mujer, que acompañó al hombre que intentaba reanimar a D´Angelo, le explicaba a la gente que se quede tranquila que "él es guardavidas y estaba haciendo su trabajo".

Entre los vecinos presentes, armaron un cordón para desviar a los corredores y, entonces, pasó corriendo el primer médico que vio y escuchó que gritaban desesperadamente que siguiesen llamando a una ambulancia. "Dijo: soy médico y se tiró a ayudar al guardavidas. Atrás de ese se sumaron dos médicos más", contó el testigo.

"Le tomaron el pulso, le subieron las piernas, el hombre (por D´Angelo) empezó a largar baba blanca y le practicaron RCP (reanimación cardiopulmonar)", relató la primera testigo consultada por este medio.

"Para ese entonces yo ya había llamado 15 veces a la ambulancia y me decían que estaban viniendo. Los demás también llamaron a la ambulancia y a la Policía, pero no venían", lamentó y el otro hombre que estuvo en el lugar completó: "un vecino había corrido para dar aviso a la Comisaría Tercera (ubicada a dos cuadras del lugar donde agonizaba el atleta)".

En ese momento, llegó el primer vehículo de asistencia. Era una camioneta, con identificación policial, con una enfermera y un bolso a bordo. "No era ambulancia: decía emergencias", precisaron los consultados. Los médicos que estaban asistiendo, que a esa altura eran tres, pidieron un desfibrilador pero no aparecía. Sacaron, mientras tanto, un tubo de oxígeno y la enfermera no podía activarlo o no lograba sacarle la traba. Un vecino pudo hacerlo.

Cuando los médicos vieron la "ambulancia" (en referencia a la camioneta) dijeron que ahí no podían trasladar al hombre, porque no podían seguir trabajando. No era para trasladar pacientes, según pudo reconstruir concordia.elentrerios.com.

Aparece en escena, finalmente, el desfibrilador. Pidieron una tijera, que la proporcionó el dueño del negocio de esa esquina del barrio Lesca de Concordia. Mientras tanto, llegó la ambulancia. "Era una camioneta tipo Berlingo o Partner, que venía muy de paseo, con la sirena apagada y con la enfermera agitando un pañuelo blanco", puntualizó el testigo.

"El desfibrilador no funcionó, no hizo la descarga", lamentó y volvió al momento del traslado: "cuando llego la ambulancia, al joven lo querían subir a la camilla así nomas. Uno de los médicos, viendo la situación, dijo: Para para! Yo voy a dirigir esto, la camilla va de esta manera, la cabeza va así de este lado y hay que subirlo de esta manera. Si no lo hacían así nomas. Una locura todo".

Finalmente trasladaron al desvanecido. Fue en el segundo rodado que asistió al lugar. Al marcharse, sí encendieron la sirena. Uno de los médicos presentes se subió para acompañar al paciente. "Esa ambulancia no es la que pasa al final de la Maratón, era otra más chica", aclaró uno de los entrevistados.

Estiman, los testigos, que la ambulancia se marchó de allí alrededor de las 21:15, aproximadamente 45 minutos después de que D´angelo había caído al cemento. Había arribado unos 10 minutos antes. Es decir, ya habían pasado 20 minutos desde que se había hecho el primer llamado de auxilio. "Demoraron muchísimo", cuestionaron.

"Los médicos, que eran maratonistas, organizaron e hicieron todo junto con el guardavidas. Se organizaban entre los cuatro, en equipo, para hacer la reanimación y no parar", afirmó el joven que dio su testimonio. Destacó cómo se movilizaron los vecinos y que "de la organización no apareció nadie".
Fuente: concordia.elentrerios.com

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