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En una tarde fría, a partir de las 17 comenzó a llegar la gente a la plaza 25 de mayo. Allí, un grupo de mujeres preparaba en el gazebo un improvisado escenario con varios micrófonos para dar lugar a que las víctimas pudieran contar su historia.

Andrea Ferreyra, organizadora del evento y coordinadora de la casa de la mujer (Refugio Ave Fénix) contó acerca del evento que "estamos contentos por la convocatoria, que esto no quede acá, que sirva para que la gente realmente tome conciencia acerca de lo que significa y también que sepan que pueden ser de gran ayuda para las personas que sufren de violencia".

El pedido unánime de justicia


Reunidos en la plaza con sus carteles, los familiares de las víctimas de asesinato expresaron su pedido. Todos, dentro de su tristeza, coincidían en algo: remarcaban que esperaban justicia para que sus familiares descansen en paz.

Josefina López
La joven concordiense de 17 años desapareció el 29 de julio, día de su cumpleaños. Sus padres radicaron la denuncia a los dos días. Durante casi un mes familiares realizaron marchas, tuvieron reuniones con la policía y la justicia, viajaron a otras ciudades por denuncias en las que aseguraban haberla visto.

El 25 de agosto el cuerpo de Josefina apareció en zona del Parque San Carlos, mutilado, cubierto de basura y tierra. El único señalado como culpable está en prisión preventiva hasta que la causa se eleve a juicio.

Gustavo López, padre de Josefina, estuvo presente en la marcha y pidió a la justicia ayuda: "Gritemos pidiendo justicia, yo vengo por mi hija y mi señora está haciendo fuerzas en Paraná. Vengo a pedir justicia".

Y agregó: "Le diría a los gobiernos y a los jueces, que no les tiemblen las manos. Y quiero que haya más seguridad, más policías en los barrios, dos o tres policías en los barrios y que patrullen más".

Crédito: Martín Vassallo.

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Florencia Mohr
Vivía en Estación Yeruá, tenía 21 años y era madre de una niña de 5. La asesinó su ex pareja y padre de su hija.

Fueron 24 puñaladas las que apagaron la vida de Florencia, luego el hombre intentó suicidarse, su hija presenció el momento.

Su familia asistió a la convocatoria en la plaza y allí, entre lágrimas, sólo pudieron pedir justicia.

Su madre Liliana Zaupa dijo: "La verdad me cuesta venir, estar en este día tan especial recordando a mi hija a tan poco tiempo de lo acontecido. Es un dolor tan grande y profundo el que siento. Sólo quiero que se haga justicia, pido justicia, hasta las últimas consecuencias".

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Antonia Eva Rueda
Tenía 62 años. Desapareció el 10 de abril, sus familiares hicieron la denuncia 15 días después ya que la relación con sus hijos era distante en ese momento.

A Antonia la encontraron el 28 de abril, enterrada en el patio de una casa abandonada ubicada en el km 6 de la Ruta 015.

El único acusado es su pareja, un hombre de 39 años que conoció vía whatsapp.

Sus hijos y nietos también dijeron presente en la plaza 25 de mayo, fue su hija, Rosana Fernández quien habló y dijo: "Yo lo único que pido es justicia para mi mamá, toda mi familia está pidiendo justicia. Y que este hombre que cometió el asesinato pague".

Y se dirigió a quienes podrían necesitar asistencia: "Que las mujeres cuando vean algo que no está bien pidan ayuda, porque creo que mi mamá en los últimos tiempos ha sufrido y creo que el orgullo de ella no la dejó pedir ayuda ni a los propios hijos".

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Hebe Rull
Hebe lo sufrió en carne propia. Después de años de vivir sometida a la violencia psicológica y las amenazas de su marido, en 2014, por primera vez, lo denunció.

En abril de 2015, Juan Carlos Romero decidió concretar una de sus amenazas. Estrelló su auto contra un camión en la ruta, pero no viajaba solo, llevaba en el auto a sus hijos Agustín y Mateo, mellizos de apenas 6 años.

Como resultado del choque, el Romero y su hijo Agustín fallecieron. Mateo pudo mejorarse, y con rehabilitación volvió a las actividades diarias, pero sin "su otra mitad", su mellizo que murió en manos de un hombre violento.

Hebe Rull también habló de su historia: "Es difícil estar acá, no es fácil dar testimonio de lo que me pasó. A mí me tuvo capturada 22 años, de los que quizás salí muchas veces y digo que el miedo es el que te tiene capturada, el que te paraliza, y la duda. Querés avanzar y retrocedés , lo intentásy volvés".

Y contó que "un día dije basta , junté coraje y salí con mis hijos y mi hija; y por fin pude hacer la denuncia. Sentí que me liberaba. Pedí ayuda a la justicia e ignoró mi pedido, creyó que lo que yo decía era falso y ahí tienen las consecuencias. Agustín que era un chico sano y feliz no está más conmigo. Me cuesta horrores no sentir todas las noches su voz, me cuesta horrores explicarle a Mateo por qué no está su hermano".

"Yo quiero luchar por que la justicia cambie el tema de los padres violentos, que no tengan acceso a sus hijos. Esa va a ser mi lucha por ahora", finalizó.

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Daiana Gonzalez
Vivía en el barrio Ex Aeroclub, tenía 21 años. Murió baleada por un chico de 15 que perseguía a otro de 17, en la zona sur de Concordia. Intentaba rescatar a su bebé de la balacera.

Su madre se acercó a la plaza 25 de mayo. El chico que asesinó a la joven aún es vecino de su familia y es por eso que ellos también reclaman a la justicia.

Su mamá, Alejandra contó "La causa quedó en la nada, estamos esperando, dicen que va a haber justicia por Sebastián (joven asesinado por el mismo chico que mató a Daiana) a ver si es cierto que el pibe queda detenido. Está en su casa con su familia".

La mujer se emocionó al recordar a su hija y dijo: "Cada vez que hablo de Daiana me duele mucho, no hay justicia ni para mi hija, ni para Sebastián, para nadie hay justicia. Lo único que pedimos es que haya justicia porque hay mucha gente que están matando y está todo en la nada".

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Mariana Romero
Mariana Romero era una adolescente de 15 años y murió asesinada 28 de julio de 2013, por un disparo en la cabeza. Fue su marido y pare de su hijo quien la mató, un policía que en ese momento tenía 40 años.

Sus familiares estuvieron presentes en la marcha para dar testimonio de lo que habían vivido. Su asesino fue condenado a reclusión perpetua.

Su madre, Sandra Romero, dijo: "A mí ya se me hizo justicia pero a ella no me la devuelve nadie. Casas dejó sin madre a mi nieto y ahora tengo que seguir adelante con él".

"A la gente que pasó por esto le diría que tenga fuerzas, porque esto se puede resolver. Yo los apoyo porque lo pasé con mi hija y me duele mucho como madre. Y se va a hacer justicia con todas las mujeres, lo único que quiero es que no haya más asesinatos", sentenció la mujer.

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La concentración terminó con una marcha alrededor de la plaza principal, en la que se escucharon las sirenas de una autobomba y los cantos pidiendo nuevamente "ni una menos".
Fuente: concordia.elentrerios.com

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