Ratificamos los términos de la presentación y aducimos algunos fundamentos más de porqué consideramos que es engañosa la publicidad, indicó Giampaolo. Pero Carrefour no dio el brazo a torcer. Ellos sostienen que no están incumpliendo con la ley y que están dentro de los límites.
El vicepresidente del Concejo fue acompañado por sus pares Eduardo Mozetic, Alberto Armanazqui y Diego Lascurain. En tanto, el titular de Defensa del Consumidor, Enrique Hourcade, manifestó algunas propuestas conciliatorias que fueron rechazadas. Por ejemplo, carteles indicadores que inviten a requerir informes ante cualquier duda de los clientes o instalar una oficina de informes.
La audiencia cerró sin acuerdo. Por ende, las actuaciones serán elevadas a Defensa del Consumidor de la Provincia ubicada en Paraná. Giampaolo indicó que hay dos leyes vigentes que son infringidas por los carteles. Una de ellas la de Lealtad Comercial sobre la que los municipios no tienen potestad legal y, en consecuencia, debe ser resuelta en la órbita provincial. Los concejales ratificaron el pedido de que le sea aplicada una multa a la empresa y que el dinero que se recaude se destine a campañas de concientización.
Al mismo tiempo, el edil indicó que, si quedan disconformes con lo que se resuelva en la próxima instancia, pueden acudir a Tribunales. Y citó antecedentes que sientan jurisprudencia como los casos de Falabella o Casinos de San Juan donde se establecieron multas por parte de tribunales inferiores que fueron ratificadas en instancias superiores. No descartamos la posibilidad de que esto se judicialice en el mediano plazo, señaló.
Por otra parte, anoche los ediles mantuvieron una reunión con el Centro de Comercio e Industria local. Los comerciantes manifestaron sus quejas ante las ofertas cuestionadas a las que consideran una competencia desleal.
Pero aprovecharon la ocasión para plantear otros reclamos que no tienen relación alguna con el planteo central y son más bien cuestiones de tipo sectorial. Una de ellas es el atraso en el pago a los proveedores. Según alegaron, las cadenas tardan dos o tres meses e incluso más en abonar las facturas. Mientras ellos venden cash o efectivo o financian con tasas que superan el 60 % anual, dijo.
En resumen, Giampaolo indicó que pagan atrasado y sin interés alguno y cobran tasas usuarias a los clientes conformando una suerte de bicicleta financiera para hacerse aún de más ganancias. Es un negocio financiero desleal totalmente para el comercio local que con sus proveedores vive el día a día, dijo.
