Las competencias bajo esa denominación son una invitación a propiciar y difundir el uso de energías renovables, menos nocivas para el ambiente. Intervienen, en las carreras que se desarrollan en varios puntos del país, eco autos diseñados en escuelas técnicas de Argentina, Guyana Francesa y la República Oriental del Uruguay.
Un sueño hecho realidad
Esto es un proyecto que luego se convirtió en una realidad, comenzó diciendo Luciano Riggio, jefe del equipo y alumno de quinto año. Nos fue llamando el profesor Sergio Segovia, que está en el área de Herrería de los talleres de la escuela, precisó a concordia.elentrerios.com.
Los presos, tal como popularmente se conoce a los estudiantes de la Técnica N°1 de Concordia, empezaron desde la nada misma. Primero fuimos mirando fotos e ilusionándonos un poco. Segundo: empezamos a limpiar el lugar que se nos asignó acá en el taller, que está en reparación. Cada vez fuimos ilusionándonos más, relató Riggio.
Reciclado
¿Con qué materiales construyeron el auto? Sinceramente lo fabricamos con bancos. Medio que lo reciclamos. Eran bancos donde nosotros escribíamos y que estaban desarmados, en desuso. Eso fue lo raro porque al principio fuimos apilando esos fierros y no tenían color, ni forma. Después comparamos la foto que sacamos cuando apilamos ese montón de fierros con lo que quedó una vez terminado el auto es impresionante el resultado.
El resultado en un prototipo de emisión cero, identificado con el número 52. Funciona con tres baterías de 12 volts, en serie, y dispone de una centralita que convierte la energía de las baterías. Tiene un acelerador que se maneja con el puño, como en una moto. Lleva una sola rueda tractora y después tiene dos frenos a disco en las ruedas de bicicleta. No tiene mucho secretos más, describió el joven responsable del equipo.
Fácil y sin ruido
Arian Potocsnyak asiste al quinto año, tercera división. Es el otro piloto de la escuela concordiense. Contó cómo es manejar el auto: bastante fácil, con nervios porque fue la primera vez que lo hacía y podía probar concretamente en la pista. Después la fui llevando normal.
Vázquez, a su turno, relató las sensaciones de subirse a un auto que funciona a batería: fundamentalmente se destaca porque no tiene sonido. La verdad que es muy lindo manejarlo.
En efecto, antes de concurrir al Oscar y Alfredo Gálvez, su prototipo había sido testeado en el gimnasio de la escuela que esta semana cumple 75 años de vida. Ahí nos subíamos por primera, armadito ya, y la verdad fue una emoción porque sabíamos que lo habíamos hecho nosotros.
Potocsnyak explicó que el Desafío Eco se caracteriza por tener carreras de estrategia, más que de velocidad, porque la máxima que alcanzan los autos es de 40 kilómetros por hora. La cuestión es no descargar la batería, en el lapso de una hora y media. Al tener mucho peso el auto nos quita fuerza al motor y gasta más batería. Ahora estamos tratando de reducirle un poco el peso, contó.
Dale un me gusta
Invitamos a toda la región de Concordia y Entre Ríos a dar me gusta en la página de Desafío Eco, propusieorn. Eco fan se llama el concurso y ellos son el número 52 (hacé clic en la imagen ubicada a continuación).
Los invitamos a que se sumen y el que guste pasar por la escuela, nosotros estamos por la mañana en los talleres. Pueden pasar a ver el auto, comentar, dar sugerencias. Son bienvenidos, concluyeron.
