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Un día después de la tragedia que enlutó a Concordia, cuando Juan Carlos Romero estrelló contra un camión el Corsa en el que viajaba con sus hijos mellizos, de 7 años, conduciendo a contramano y a gran velocidad, provocando la muerte de Agustín, en el hospital Masvernat, se producía una pequeña mejoría en el estado de salud de Romero y de su otro hijo, Mateo.

Mientras tanto, en el nosocomio, la ex esposa de Romero dijo que ella había advertido a las autoridades judiciales – sin lograr atención sobre su caso- que Romero podría producir una tragedia similar a la ocurrida el 29 de septiembre del año pasado, cuando Miguel Ángel Díaz, de 37 años, instructor de artes marciales y patovica en locales bailables, asesinó de un balazo a su hijo Juan Martín, de 10 años, y luego se suicidó ahorcándose, después de haberse separado de su pareja.

Hebe Rull, la ex mujer de Romero, confirmó que se había separado hace unos dos meses y que también tienen otros dos hijos, un varón de 21 años y una adolescente de 14. Si bien la separación se produjo hace poco tiempo, "nunca estuvimos bien -confesó-, pero como yo me quedaba en casa, no procedía, no hacía nada, él estaba tranquilo; pero como me planté y dije basta...".

Aseguró que los hijos mayores no hablaban con su padre, "ni le contestaban el teléfono, no querían saber nada con él, con todo lo que estaba haciendo, él no trabajo, yo mantenía la casa". "Lo único que quiero es que quede preso, por favor, porque a esto yo lo venía anunciando y nadie me dio bolilla".

También opinó que sería cierta la versión que indica que Romero - antes de la colisión- habría estado en el cementerio de Puerto Yeruá, donde estaría sepultado su padre. "Sí, creo que sí - manifestó la mujer-, porque antes llevaba seguido a los hijos ahí, les contaba que estaba la tumba del abuelo y yo le pedía que no los llevara, porque es un lugar para ir de vez en cuando, pero no siempre, porque es un lugar deprimente".

Confirmó que antes de que el auto impactara como un bólido contra el camión, "él me llamó y yo no escuchaba a los nenes, nunca los escuché, por eso dudé que estuvieran con él. Se ve que estaba parado al lado de la ruta porque yo escuchaba los autos; entonces, mi mente se puso fría, él ya estaba decidido y me lo estaba diciendo, mientras tanto yo trataba de decirle que no, que esperase un poco, le decía que viniera a casa, que íbamos a hablar, que no era tan trágico como él lo veía. Él decía que la decisión ya estaba tomada y que se iba a ir con los hijos".

Luego, consideró que "el medio de él, para llegar a mí, eran los hijos, él estaba obsesionado conmigo, eran veintidós años de casados y parece que no asumía que yo le hubiera dado un parate".

En cuanto a las causas de la separación, manifestó que "era violento y tenía otra mujer, lo que no es poca cosa; es más, el auto con el que él chocó era de la otra mujer, que se lo prestó. Yo no sé si convive con ella, a mí no me importaba. Yo no le prohibía ver a los hijos, si quería ir a las termas un domingo, yo se los daba, yo sabía que iba con la otra señora, pero yo no tenía problemas con eso".

"LES PEDÍ QUE LO RASTREASEN"

Más adelante, indicó que tras la llamada del lunes por la tarde, concurrió a la policía, "yo les pedí que lo rastreasen, les di el número de teléfono, les pedí que lo llamasen. Yo pensé que los podía llevar lejos de mí, pero nunca se me ocurrió que podía matarlos, si no, no le hubiera permitido que estuviera con ellos, sabía que era violento, tengo muchas denuncias hechas, pero no creí que iba a llegar a ese extremo".

Con un pálpito de lo que podría ocurrir tras haber recibido la llamada telefónica de Romero, la mujer aseveró que "fui (a la policía) y les dije que, por favor, lo llamaran, que lo rastrearan por teléfono, la policía me dijo que no, que tenía que esperar hasta las 20 para ver si venía" y recordó que "él los retiraba de la escuela Belgrano, al mediodía, los llevaba a la casa de su madre, les daba de comer y, desde ahí, los llevaba a taekwondo y a karate y, después, me los mandaba en remís, yo lo pagaba, y ellos quedaban en casa".

Luego, recordó que "me llamó como a las 17, más o menos, me dijo: Se terminó todo. Quiero que me escuches hasta el final" y aseguró que por eso "traté de que mi hijo lo llamase, fui a la policía, hice la denuncia, llamé al abogado, hice de todo; pero, cuando estaba en todo ese trámite me llama mi cuñado y me dice que había un accidente en la ruta, que le informaron a él que era el hermano con los mellizos".

"ME DIJERON QUE NO SE OCUPABAN DE ESO"

Por otra parte, sostuvo que en cierta oportunidad, "dije en el Juzgado, se lo dije al equipo interdisciplinario del juzgado, que él era peligroso y ellos me dijeron que no se ocupaban de eso, les mostré las fotos de cuando me rompió la vidriera del negocio, que me lo quería prender fuego, me quiso cortar la luz, me agredió a mí, por eso me fui de la casa".

"Yo les dije que esto podía terminar como lo del chico que era karateca y mató al hijo; les pregunté si querían tener un caso igual y me dijeron: No, no, señora, no es así; pero, así terminó, de la peor manera, trágico, triste para mí, porque ahora tengo que ir a enterrar a uno, venir a cuidar al otro", lamentó.

En cambio, continuó, "el equipo interdisciplinario me dijo que yo se los dé (a los mellizos) un tiempito a él, porque como yo estaba con un tratamiento oncológico me dijeron que, primero, me recuperara yo, primero, y que él los tuviera un tiempo, así se aburría de cuidarlos y me los devolvía, eso opinaron ellos. Él los iba a buscar, tenía derechos - según me decían todos-, porque el padre tiene derechos; pero no tiene derecho a matarlos". "Yo quiero que esto se conozca en todos lados porque quiero que se haga justicia, hay muchos casos así y no son escuchados", concluyó.

"La fiscalía entiende que ha sido un acto plenamente a conciencia"

El hombre que estrelló su auto contra un camión y ocasionó la muerte de su hijo de 7 años, será acusado de homicidio agravado por el vínculo y tentativa de homicidio. Mateo, el mellizo sobreviviente, se encuentra internado en grave estado, informó uno de los fiscales que investiga el hecho.

El Doctor Darío Mautone, uno de los fiscales que trabaja en la causa que investiga el trágico episodio ocurrido en la tarde del lunes, en el que un hombre estrelló su auto contra un camión en la Autovía 14, hizo saber que “la fiscalía entiende que hay un padre que tuvo intención de quitarle la vida a su hijo, en un acto plenamente a conciencia”.

De esta manera, se supo que el ministerio fiscal acusa a Juan Carlos Romero de homicidio agravado por el vínculo y por tentativa de homicidio. “Luego de ir recabando información, lo que tenemos, a prima facie, es a Juan Carlos Romero como autor del homicidio de su hijo Agustín y de la tentativa de homicidio de su hijo Mateo, el chiquito que aún está con vida”, afirmó el fiscal.

En cuanto a los elementos para sostener la acusación, Mautone se refirió al llamado que Romero realizó minutos antes del impacto fatal, como elemento clave en la investigación: “Romero llamó a su ex pareja informándole que no volvería a ver a los chicos. La mujer pensó que se estaría fugando, ya que de fondo se escuchaba la ruta. De inmediato se hizo presente en la comisaría para realizar la denuncia; y casi simultáneamente se producía lo que en principio se pensaba que era un accidente”.

El impacto

Las primeras averiguaciones de la fiscalía, hacen suponer que “minutos después del llamado a la madre de los niños, Romero condujo el auto por la banquina, en contramano y hacia el sur; antes de llegar al peaje, ingresó al carril, donde venía -de frente- el camión, que intento esquivarlo. Según aseguró del camionero, vio que venía un auto por la banquina a gran velocidad, por lo que trató de irse para el carril de la vía rápida, pero no pudo, ya venía un auto; cuando intenta realizar la maniobra, al pasar este auto, ya tenía de frente al auto de Romero, la fiscalía entiende que con la clara intención de causar la muerte de los niños”.
Fuente: Diario El Sol

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