"Siento que es ahí donde tiene que estar, porque todos tenemos derecho a saber de qué se trata", comenta Concepción Wallingre, quien se puso como meta ofrecer esta posibilidad, una vez a la semana.
Su propuesta es trasladar el formato de una milonga tradicional de salón a los espacios públicos, con cuatro tangos por tanda y una cortina; incorporando, por qué no, música en vivo y parejas de bailarines.
La idea es hacer crecer dos milongas populares en simultáneo: los viernes en la peatonal y los domingos en la plaza "25 de Mayo". Se intercalan, una y una, para que todas las semanas haya oportunidad de sumarse a bailar.
En efecto, existe una terapia que lo usa a favor de la salud; ya sea para preservarla, mejorarla, o tratar enfermedades específicas. Según el psiquiatra clínico Federico Trossero, "su acción terapéutica reside, fundamentalmente, en la intensidad y la profundidad de las emociones que despierta cuando se lo baila y se escucha su música o su poesía".
Esta concordiense puede dar fe de ello: "a mí me sacó de un estado de angustia muy grande y yo veo que hay mucha gente que está en la misma situación, que no es feliz, a la que algo le está faltando. . . quizá le hace falta tango, un buen abrazo".
"Estamos en un mundo actual en el que es todo muy virtual. El tango es como que te trae otra vez a compartir, a estar conectado realmente, no por un teléfono, a estar en contacto físico con otra persona". De ahí nace su iniciativa que este domingo, a partir de las 19, tiene como punto de encuentro al gacebo de la plaza principal.
