Siempre de acuerdo a su relato, habría dejado el auto frenado, pero por alguna causa el auto empezó a deslizarse por la pendiente en sentido sur-norte, hasta que terminó impactando contra la cabina donde se resguarda el habitual policía de guardia en la esquina de Yoya y Teniente Ibañez.
En ese momento montaba guardia el agente Alejandro Montenegro, quien al ver que el auto se venía directo a la cabina se arrojó a un costado y no sufrió ningún tipo de lesiones, solo un susto mayúsculo.