Lleno de vitalidad, entre timidez y emoción, recuerda sus comienzos y cuenta cómo es para un jugador de vóley hacer carrera en este deporte, que no es de los más populares en el país.
Los comienzos
Para el jugador, la manera de haber vivido el deporte desde pequeño tiene que ver con el amor que siente. Recordó, al comenzar su relato, que "yo cuando era chico vivía en Piedra del Águila, ahí estuve hasta los 8 años. Se hacían todos los deportes y mi hermana me metió a jugar al vóley a los 8 años y ahí arranque es algo que me atrajo de chico. Lo llevaba a la par de mi hermana que era la que me explicaba y me enseñaba del deporte".
"A los 9 años vine a Concordia y seguí jugando acá, en el colegio. En secundaria jugué para la escuela Técnica 1 y para Nacional. A los 14 años empecé en Concordia Vóley que era de un profe muy reconocido en la ciudad", Relató, y recordó: "teníamos un semillero que se hizo muy fuerte a nivel provincial, siempre estábamos primeros o segundos en los torneos provinciales o torneos de la región del Río Uruguay. Fue un semillero muy fuerte en el que estuve entre los 14 y 16 años, y por ese grupo se hizo muy conocido el vóley de Concordia en la provincia".
Pero su historia con el vóley no terminó en los torneos concordienses, ya que también comenzó a viajar: "Entre los 16 y 17 hice recorridos, jugué para el club Rowing de Paraná, jugaba de refuerzo para ellos en primera y participábamos en la liga provincial y la liga santafesina. Después pasé a Sarmiento de Villaguay, di varias vueltas jugando en la provincia" comentó.
A la vez, el concordiense recuerda que a esa edad lo importante era la amistad y dijo que "a mí me gustaba ir a Paraná porque ahí estaban mis amigos, cuando sos amateur y tenés esa edad valorás jugar con tus amigos, entonces iba buscando eso y técnicos de la provincia que me pudieran enseñar mejores técnicas como jugador".
"Cuando jugaba en categorías menores o juveniles siempre estaba en la preselección Argentina y empezaba a conocer el vóley nacional, a tener roces con jugadores nacionales. De mi camada es Luciano de Cecco que hoy está en la selección y Rodrigo Quiroga que fue el capitán, así que era muy duro, yo tenía que pelear el puesto con ellos para poder llegar. Había una diferencia abismal entre el nivel de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe y el nivel que teníamos en Entre Ríos. Pero ya tenía roces con los técnicos, con jugadores a nivel nacional" contó respecto de lo importante que fue para él haber podido tener contacto con personas que pudieran enseñarle.
La decisión de profesionalizarse
Al pasar por clubes de la provincia, se dio cuenta de que quería subir un escalón más, perfeccionarse y poder vivir de lo que amaba, que era jugar al vóley. Recuerda el momento en que tomó la decisión y cuenta: "A los 20 me tomé un año sabático y decidí armar mi carrera como jugador, o sea, ser un profesional. Entonces tenía que mejorar como jugador, y para eso tenía que buscar los mejores competencias y los mejores técnicos".
"Después de ese año sabático tomé como que tenía que empezar de nuevo, agarré el bolso, le pedí plata a mis viejos, que siempre me apoyaron, y me fui a Córdoba. Allá conseguí un laburo y a la par jugaba a nivel amateur, entonces aunque no me pagaban ni nada mi idea era jugar todo el año. La competencia en Córdoba es muy buena así que me dio mucho volumen de juego" contó sobre el comienzo de la aventura.
"Me vieron en Córdoba y me llamaron a jugar el TNA en Reconquista Santa Fe que quería pelear entre los 8 o 10, la intención era hacer un buen torneo. Ahí jugaba siempre contra equipos fuertes y fue creciendo mi carrera de a poco. Cuando terminó ese TNA agarré el bolso otra vez y me fui a Defensores de Moreno en Buenos Aires que jugaba un torneo de primera, que es como una B del torneo de Capital Federal, competía mucho y el nivel era lindo"
Recordó que "jugábamos toda la semana, tenía contacto con jugadores y técnicos buenos, por eso seguí mejorando. Terminó ese torneo y me llamaron de Lanús, jugamos el TNA, perdimos en cuartos de final. Ahí era suplente, jugaba de opuesto que es el puesto en el que juega Marcos Milincovich, tuve buenos partidos, un buen torneo" relató de sus primeros pasos en clubes de mayor nivel.
"También jugué en Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (GVP), en un torneo metropolitano. Yo trabajaba y jugaba, el nivel era bastante profesional pero era un club que apuntaba a estar entre los 8 primeros, venían jugadores de Bolívar, algunos de otros países y eso me permitía crecer en el deporte. No era un club súper profesional, yo siempre mientras hacía todo esto trabajaba, hace 6 años que trabajo en una panadería así que para mantener mis gastos trabajaba y el vóley me permite tener mis gastos y pagarme algunas cositas" contó sonriente mientras destacaba que hasta el momento trabaja y juega a la vez.
La llegada a Deportivo Morón
El club, conocido por su equipo de fútbol, tenía un proyecto ambicioso en mente en el que incluyó al entrerriano: "Después de jugar en GVP me invitaron para jugar en Deportivo Morón. La idea era armar un proyecto de vóley para que el club siguiera creciendo. Cuando yo llegué en el club no había vóley y llamaron a un técnico que había dirigido la selección de Marruecos, muy profesional, Pablo de Greco. Eso me demostró que el proyecto iba fuerte que era lo que yo necesitaba porque el dar vuelta en clubes llegó un momento que no me ayudaba a mejorar, iba tapando pozos, no me daban prioridad".
Destacó que, desde Morón lo llamaron, que entró en un proyecto nuevo jugándosela pero entendiendo que era tenido en cuenta, al respecto contó que "el primer año fue prácticamente gratis, era mi oportunidad, elegí jugar gratis pero saber que me iban a bancar y la idea era ir ascendiendo. Yo en las categorías más bajas marcaba un poco la diferencia. A mí me servía porque podía mostrarme, agarrar la confianza de estar en el club y que Morón fuera ascendiendo al máximo nivel para también llegar yo al máximo nivel y me di cuenta que cuando te quedas en un solo lugar te va mejor".
Sobre el proyecto y su participación
Comentó, al hablar sobre lo que hicieron, que "llegué a un club que se armó de cero, empezó primero jugando el torneo de capital federal. La categoría más baja es la tercera, de ahí ascendimos a segunda, de segunda a primera y luego a la división de honor que es la categoría más alta del torneo de Capital Federal. Ascendimos en dos años y medio, porque podés hacer dos ascensos en un año, es más rápido que el fútbol o el básquet, ahí está la diferencia".
"Una vez que ascendimos a la máxima categoría en Capital Federal empezamos a jugar liga Nacional y queríamos ascender a la liga A. el verano pasado jugamos con un equipo para apuntar a ganar pero no se nos dio. Al no poder ascender ahí volvimos a jugar el TNA este verano y jugamos una semifinal, ganamos y eso nos hizo ascender a la liga nacional A1. Las finales de la liga Nacional A2 las jugamos contra River a mejor de 3 partidos, ganamos dos y salimos campeones del TNA con el ascenso ya hecho, por el equipo que teníamos queríamos todo" relató emocionado acerca de la gran hazaña del Deportivo Morón.
Los sentimientos del campeón
Contó, al hablar de lo que sintió cuando finalmente logró los objetivos con el club por el que fue convocado, que "por ahí pensas que ganas y festejas un monton. Yo sentí que se termino algo, me tranquilice. Es tanta la tensión que sentí que estuve 3 días sin apetito, no podía comer, y nos pasó a varios. Igual fue una tensión linda, no fue deprimente, es como que después de eso te das cuenta que vale la pena pasar por lo que pasaste. El equipo quedó en lo más alto en lo que es metropolitano, lo que es la liga A, y yo me saqué las ganas de salir campeón de un TNA que es algo que muchos jugadores quieren hacer y fui cayendo en que pasó eso, ahora que vine a Concordia recién digo que lindo lo que viví". Y remarca que "ahora el club quiere armar el proyecto para jugar la liga nacional que juega en octubre, y yo quiero estar en ese equipo asi que obviamente voy a entrenar porque es algo que soñé".
Pero Víctor no es el único entrerriano en el equipo de Deportivo Morón. Contó que "también está Rodrigo Villalba que es un jugador que fue el ejemplo que todos los jugadores de Entre Ríos lo vimos jugar. Salió campeón con la selección de entre ríos sub 18 e hizo 54 puntos que es un record, creo que nadie hizo nunca tantos puntos en una final, es conocido en la provincia. Además estuvo en selección Argentina, jugó liga mundial y estuvo convocado por la selección de Julio Velazco también".
Consejo para futuros jugadores
Decidió, al finalizar el relato, dejar un mensaje para los jóvenes que practican vóley. Como recomendación dijo: "Lo que le diría al que le gusta el vóley es que lo disfrute, que pase a jugar a nivel federado y a medida que van creciendo que disfruten de los técnicos, que aprendan. Pero lo que más quiero trasmitir es que no se queden solamente con que te llame un club grande, como Vélez, como Boca, que a veces no te llaman y que por eso te quedás en tu casa. Si no te llama un club que te ofrece todo para que estés cómodo existe la oportunidad de irte. Yo me fui convencido de que podía mejorar, que podía jugar y el futuro es incertidumbre. Pero agarré el bolso, me fui a jugar y hoy soy campeón con el TNA y no porque me llamó un club grande".
"Lo que digo es eso, en vóley, en futbol, en rugby, hockey, que se animen a ir. Hay que dejar muchas cosas, realmente, hay que privarse de cosas. Es duro trabajar y jugar a nivel nacional, pero vale la pena porque es lo que quiero y si no lo hiciera no estaría contento conmigo mismo así que anímense, den el paso y no estén solamente esperando el llamado del club grande", finalizó.
