Frente al flagelo de las drogas que destruye el proyecto de vida de tantos jóvenes en nuestras comunidades, la Iglesia Diocesana asumió el desafío de una respuesta asistencial concreta.
La Comunidad de Vida recibirá alrededor de 24 jóvenes de mayores de 18 años de edad que deseen por voluntad recuperarse de la adicción a las drogas. Actualmente, ya están en el lugar 6 jóvenes. El objetivo es acompañar el proceso de rehabilitación de quienes tienen una dependencia a las drogas, desde una perspectiva de fe cristiana y mediante una fuerte experiencia de vida en comunidad.
El proyecto propone, además, la formación laboral y el microemprendimientos. En el predio los jóvenes construirán una huerta y criarán animales, producción que servirá para el consumo propio y también para la venta al público.
De acuerdo a lo precisado desde la pastoral, funcionan en este momento varios ambulatorios en distintas ciudades de la diócesis como San Salvador, Colón, Villa Adela, Chajari, San Jaime, Villa del Rosario y Concordia. De allí partirán los chicos rumbo a la Comunidad de Vida, para iniciar un camino de transformación que cambiará sus vidas para siempre.
La Comunidad de Vida y Rehabilitación en adicciones Juan XXIII recibió para el reacondicionamiento de las instalaciones del predio, la colaboración de personas, instituciones y del estado. No obstante, los integrantes de la Pastoral de Adicciones afirman que esta Obra de Amor se sostendrá en el tiempo gracias a la providencia y a la ayuda generosa de tantos hermanos que conformarán la red de padrinos, y que realizarán un aporte mensual a la asociación.
