Asimismo, dijo que "cuando me avisaron, salí y pude ver al ladrón que se iba caminando con los sillones al hombro, por eso llamé al 101 y nunca me contestó nadie. Después llamé a otro teléfono, al 6666 (sic) y tampoco me contestaron, así que llamo nuevamente al 101, me atienden y cuando le digo que me robaron, me cuelgan el teléfono así de una".
Agregó luego que "yo a la policía la ayudo, acá paran a cargar agua para el mate, me piden bizcochos, facturas, yerba y no hay problemas, yo colaboro con ellos, pero cuando vos necesitas de ellos no te conocen, no te atienden, te desconocen, te cuelgan el teléfono", afirmó.
Finalmente, hizo una radiografía de la inseguridad en el barrio. "A una escribana le robaron 8.000 pesos en la esquina, a otra vecina a media cuadra la agarraron a las tres de la tarde, esto es tierra de nadie".
