La camioneta empezó su maniobra desde la vereda, y por eso un Volkswagen Polo verde tripulado por dos mujeres y dos niños que transitaba en sentido oeste-este no pudo verlo hasta que fue demasiado tarde.
Tras el impacto, y mientras los tripulantes del auto familiar huían del vehículo e intentaban calmar a los niños, varios vecinos se abocaron a extinguir con un matafuegos un principio de incendio que se estaba dando en el motor del Volkswagen.
Los tripulantes del Polo sufrieron apenas heridas leves, aunque los niños padecieron un obvio cuadro de pánico. En tanto, el conductor de la camioneta no recibió heridas ya que el impacto lo sufrió casi en el eje trasero.
Gran parte de la responsabilidad de que el accidente no haya terminado en una tragedia correspondió a la reacción de la conductora del Volkswagen, ya que a pesar de que se trasladaba a una importante velocidad pudo frenar durante unos metros y reducir drásticamente la velocidad. Aún así, el frente del automóvil familiar quedó completamente destrozado.
Tras el choque asistieron una ambulancia, que trasladó a los menores al hospital Masvernat, y un móvil policial para documentar lo sucedido.
