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Dos de los acusados, este martes (foto: El Sol).
Dos de los acusados, este martes (foto: El Sol).
Dos de los acusados, este martes (foto: El Sol).
Desde el lunes, en los Tribunales de Concordia, se lleva adelante el juicio por el asesinato de los hermanos Axel y Daniel Caprile, ocurrido el sábado 23 de julio de 2016 en el asentamiento de La Bianca. Entonces, Héctor Carriaga (43), Guillermo Carriaga (36), Daniel Caprile (22) y Axel Caprile (19), se encontraban en inmediaciones de calle Los Sauces y avenida Eva Perón, cuando comenzó una balacera en la que perdió la vida el menor de los Caprile, mientras que su hermano recibió un balazo en un ojo y falleció, horas más tarde, en el hospital "Masvernat". Los Carriaga también fueron baleados, aunque salvaron su vida.

Fueron, por este hecho, detenidas dos personas de la familia Miño (Pedro y Mario, padre e hijo, de 40 y 20 años, respectivamente). Posteriormente, se entregó Alejandro Enrique Pedroni, alias "Gatica", de 21 años.

La familia de las víctimas, "destruida"

Sonia Elizabeth Carriaga, madre de Axel y de Daniel, manifestó: "espero que se haga justicia porque el daño que me hicieron estos tipos lo voy a llevar toda la vida. Me destruyeron a mí y destruyeron a toda mi familia, además de dejar a dos criaturas sin su padre".

Dijo, sobre los imputados, que "son tipos peligrosos que no bajan la cabeza; cuando los traían esposados a la sala donde se hace el debate, uno de ellos, esposado y todo, hacía señas como amenazando, así que no están arrepentidos de nada".

Planteó, "incluso, que la mujer o ex mujer de Pedro Mario Miño se enojó con mi hija porque ella le sacó una foto a estos asesinos y le quiso pegar un empujón. Ahora, está viniendo mucha gente del barrio (a la sede de Tribunales), que supongo les están pagando con droga para que vengan a presenciar (el juicio), para escuchar todo lo que se dice y se habla de mis hijos porque están queriendo ensuciar a mis hijos, nada más".

Confió, de todas maneras, que "en que se haga justicia de la mano de los tres señores jueces y, también, tengo confianza en el señor (fiscal) Darío Mautone, para que estos sigan pagando en la Unidad Penal".

La familia de los acusados se defiende

Aldana, en compañía de la familia Miño, dijo que "mis hermanos jamás tuvieron la necesidad de andar vendiendo drogas ni robando, porque trabajaban y mi papá también", describió y recordó que "él no estaba en casi toda la semana en mi casa, porque andaba trabajando, porque era vidriero y los otros dos se dedicaban a la vidriería".

Expresó, asimismo, que "nosotros queremos que se haga justicia porque la familia Carriaga y Caprile están difamando a mis hermanos y a mi papá y ellos no eran nada buenos, porque yo tengo una foto para mostrar lo que eran realmente los Caprile", amenazó.

"Nosotros fuimos amenazados por ellos, no podemos ir a la escuela y perdimos la casa. Ellos se hacen los pobrecitos en Tribunales y vienen a pedir justicia", acusó y precisó que "perdimos la casa porque ellos nos amenazaron, nos quisieron prenderla fuego y nos amenazaban al ir a la escuela. A eso lo saben acá".

Gabriela Alejandra, otra integrante de la familia Miño, advirtió que "con el fiscal no se puede hablar, hemos solicitado audiencia con el fiscal Mautone y nos dijeron que no podíamos, no sabemos por qué razón".

"Ellos dicen que los Miño son unos asesinos, que tenían antecedentes; pero, ¿eso lo pueden comprobar? ¿Están en Tribunales las denuncias que supuestamente les hacen a mis hijos: que ya habían matado a otra persona, que dejaron a uno en silla de ruedas? ¿Esas denuncias dónde están? No pueden estar acusando a una persona si no tienen pruebas", planteó.

Manifestó, por último, que "la mamá dice que ellos eran trabajadores; pero, Ángel, era un vendedor de drogas, y también Guillermo Carriaga, y la mamá sale a defenderlos; el Pilo también y andaban robando".

Briceño y sus espectativas

El doctor Rafael Briceño, abogado defensor de los Miño, precisó que "el juicio oral y público comenzó el lunes. Incorporamos alguna prueba documental, hoy declaró en la Cámara Gesell un menor y se confrontó con una declaración del mismo menor al otro día de los sucesos y se concluyó que tenía capacidad para mentir y fabular".

Refirió, además, que "declararon testigos, como Guillermo Carriaga, que padeció una lesión grave en el muslo. Dio su versión de los hechos, negó que él y su hermano tuvieran antecedentes penales, cuando ambos cumplieron condena, así que se solicitó que se le inicie una causa por falso testimonio".

Dijo, finalmente, que espera que el juicio "transcurra con total normalidad", a la vez que prometió "hacer todo lo que esté a mi alcance para revertir la situación en que se encuentran mis defendidos".
Fuente: Diario El Sol.

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