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El día en que Cristian Lescano fue detenido en Corrientes sabía que se le venían dos condenas. Una por el cargamento de droga del que se había aprovisionado en el norte del país y que llevaba en una camioneta con destino a nuestra ciudad; y otra, por la cual estaba prófugo, por haber almacenado droga en la casa de un vecino del barrio Pompeya.

El Tribunal Oral Federal de Corrientes condenó ayer a Lescano, de 41 años, y a quien lo acompañaba, Jorge Grieve, un joven de 20 oriundo de Federación. Al primero le impuso la pena de cuatro años y medio de prisión, en tanto que al segundo, que ya quedó en libertad, de tres años.

Minutos antes de la medianoche del 29 de setiembre de 2015, Lescano y Grieve aceleraron a toda velocidad cuando vieron en la ruta nacional 14 el puesto de control de la Gendarmería Nacional en el acceso a la localidad de Alvear. Iban en una camioneta Suzuki Vitara doble cabina 4×4, de vidrios polarizados, en dirección a La Cruz. Los persiguieron, pero no los pudieron alcanzar debido al intenso tránsito vehicular. Solicitaron apoyo a la Policía correntina y al día siguiente, a las 15:45, personal de la comisaría de La Cruz recibió el llamado telefónico de un vecino que alertó de la presencia de dos hombres en actitud sospechosa dentro de su propiedad. Así pudieron dar con la camioneta y lograron arrestar a los dos sujetos a la vera de la ruta nacional 14. Se habían ocultado entre malezas y montes, pero los policías los descubrieron.

En el bolsillo de Lescano estaba la llave de la camioneta. Al requisar el vehículo hallaron 14 bolsas tipo plastillera las cuales contenían en su interior paquetes rectangulares envueltos en cinta color ocre y transparentes, que emanaban un fuerte aroma penetrante característico al de la marihuana. Esto fue confirmado al abrirlos y, en el pesaje, se supo que los 187 ladrillos eran 189 kilos de la sustancia.

Lescano era, al principio, Víctor Hugo Morel. Pero su falsa identidad se cayó al día siguiente, cuando su pareja se presentó en la sede de Gendarmería donde estaba detenido para visitarlo y preguntó por él con su nombre verdadero, presentando el DNI.

El acompañante, "inocente"


En el descargo que realizaron los imputados insistieron en aclarar que Lescano era el ideólogo de la maniobra y que Grieve había viajado bajo engaño. "Solo quiero decir que ese muchacho no tiene nada que ver, yo lo invité par venir conmigo, yo le dije que íbamos a buscar una camioneta en Misiones, si él me quería acompañar. Él aceptó y nosotros salimos el viernes y él me dijo que sí. Lo pasé a buscar en un remís por la casa y llegamos hasta Posadas, y fuimos a buscar la camioneta. Estuvimos en un hotel hasta que me la dieron. A Grieve yo lo llevé a pasear nomás, él no sabía nada. Él es inocente, no sabía nada de nada, lo traje engañado", aseguró Lescano.

Por su parte, Grieve insistió: "Yo no tengo nada que ver, Lescano me pasó a buscar en un remís, me dijo que si me animaba y le quería acompañar íbamos a buscar una camioneta que estaba rota en Posadas, le pregunté a mi mamá y me dijo que sí, me preguntó con quién iba y le dije con un amigo, le dije que íbamos y veníamos. Llegamos a Posadas, paramos en un hotel, le pagó al remisero. Él se fue a buscar la camioneta comimos y nos acostamos a dormir y al otro día salimos. Al subir a la camioneta vi que estaba tapado el asiento de atrás, le pregunté qué traía y me dijo que traía pucho para vender en los comercios, nunca me imaginé que traía eso que encontraron", aseguró.

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"Frenamos en el hotel en la Cruz, estuvimos en una habitación, él ve a los gendarmes y me dice que no quería estar preso y le pregunté porqué, no me dijo nada, me dijo que lo siguiera nomás y empezamos a correr para dentro del campo, después no encontraron los policías adentro del campo. Un policía gritó que nos tiremos al suelo y ahí nos llevaron a la comisaría de La Cruz, el jefe y unos policías ahí nos pegaron con unos palos, piñas, patadas hasta robaron ropas y una cadena de oro y plata con una cruz que me regaló mi papá antes de morir. Nunca me imaginé que iba a pasar eso, que traía esto, nunca caí preso, nada, soy un gurí humilde que trabaja y voy a la escuela y la ayudo a mi mamá a mantener a mis hermanas".

Los jueces creyeron a medias el argumento, y condenaron a Lescano como el autor del delito de Transporte de estupefacientes y a Grieve por lo mismo pero en carácter de partícipe secundario, por eso le impusieron una pena menor. De todos modos, el joven pasó dos años preso y recién ahora pudo recuperar la libertad.

Antecedentes no resueltos


Al momento de la detención de Lescano, y cuando se corroboró su verdadera identidad, surgió que registraba un pedido de detención-rebelde vigente a solicitud de Juzgado Federal de Paraná desde el 24 de junio de 2003, por infracción a la Ley de Drogas, y asimismo poseía un pedido de captura vigente a solicitud del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, desde el 14 de julio de 2014, en una causa por la cual fue condenado en abril de este año.

Según se pudo determinar en la investigación de la Gendarmería nacional iniciada por un llamado telefónico, Cristian Lescano había almacenado 205 kilos de marihuana en la vivienda de una pareja del barrio Pompeya de Concordia.

En un juicio abreviado ante el Tribunal Oral Federal de Paraná, Lescano acordó la pena de cinco años de prisión efectiva por comercialización de estupefacientes. Los jueces determinaron que el hombre tenía la droga "en la vivienda de los vecinos de su pareja, sin renunciar a su señorío, pues poseía el dominio funcional de los más de 200 kilogramos de marihuana, con la posibilidad intacta de ubicarla en el mercado ilegal".

Ambos casos vislumbraron que Lescano se manejaba con un stockeo similar de alrededor de 200 kilos de droga, que cada tanto se aprovisionaba en el norte del país.
Fuente: Diario El Sol

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