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Mónica Bobadilla es una joven madre que hace dos semanas optó por separarse de su pareja, un hombre llamado Jorge Hernández. Como ella le puso punto final a la relación fue amenazada en reiteradas oportunidades, pero ayer las amenazas se concretaron cuando se despertó con su casa envuelta en llamas y su Ford Ka destruido por el fuego.

"Me prendió fuego el auto, que estaba estacionado en la puerta de la entrada de la casa. Las llamas tomaron toda la casa, estaba la cocina y la garrafa, el sabe que la vivienda es de madera y nos íbamos a quemar vivos", dice la mujer en su espeluznante relato.

Salimos por una ventana o moríamos


En la puerta del frente de la vivienda, el Ford Ka modelo '98 ardía. El fuego había tomado todo el frente, el techo y las paredes de madera de la casa ubicada en La Pampa y 11 de Noviembre, en el barrio Isla Maciel. Los vecinos alterados sabían que Mónica estaba con sus pequeños y tenían que rescatarla; con solidaridad y coraje rompieron una ventana.

"Nosotros estábamos durmiendo con los nenes en una pieza, ellos tienen cuatro, cinco y siete años y de no ser por los vecinos no estaría contando esto. Rompieron las rejas y salimos por la ventana del fondo. Cuando llegaron los bomberos los vecinos habían apagado todo con baldes y mangueras, ellos nos salvaron; les debo la vida de mis hijos", dice Bobadilla.

Había denunciado a su ex pareja


Como en la mayoría de los casos de violencia de género, hay denuncias previas, alarmas y alertas que no son escuchadas. Mónica había denunciado a Hernández hace tres meses. "El no me dejaba presentarme en Tribunales, me encerraba y por eso la denuncia no prosperó, no me hicieron caso y volvió todo para atrás, el anda rondando mi casa y hay gente que lo vio".

Contó luego que su ex pareja no tiene una ocupación fija y se dedica a robar. "Consume cocaína y manda a robar, toma droga y pastillas. Yo soy una madre que está sola, el no es el padre de mis hijos. Soy comerciante, vendo ropa. La relación con él empezó como un juego y después no me lo podía sacar de encima; ahí me di cuenta de lo que era".

La relación entre ambos data de poco tiempo. Ella empezó a preocuparse cuando Hernández se drogaba delante de sus pequeños hijos. "Tomaba cocaína y toda clase de pastillas delante de los nenes y no le importaba nada".

Si algo le faltaba al padecimiento de la mujer, dijo que Hernández la narcotizaba, no solo para someterla, también para dormirla y robarle el dinero fruto del esfuerzo y trabajo. "Yo me dormía y el me hacia lo que quería, me sacaba la plata, todo lo que podía hasta las cosas de los nenes me robó", alegó.

Por otro lado, Mónica está desesperada ya que no cuenta con el amparo de la justicia. "Me dicen que no tienen pruebas, tengo mensajes, llamadas y los nenes escucharon siempre las amenazas. Logré una orden de restricción y no puede tener contacto físico ni telefónico, pero eso no alcanza, me sigue amenazando, quiero sacarlo de mi vida y que se haga justicia. Esto no es un simple daño, esto es un intento de homicidio, puso en riesgo la vida de mis hijos, si los vecinos no nos salvaban esto era una tragedia".

Por último, Mónica solicitó al Jefe Departamental de Policía y a la fiscalía custodia permanente. "No sabemos cuándo volverá a lastimarnos, por eso pedimos custodia".
Fuente: Diario El Sol

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