El conductor del Duna prácticamente no lo vio, por la escasa visibilidad e iluminación de la calle, y recibió el impacto de la bestia sobre el frente y el techo del automóvil.
Tanto el conductor del coche como su acompañante resultaron heridos y fueron trasladados al hospital Masvernat.
Pese a tener heridas en la cara y en el cuerpo, el jinete prefirió quedarse al lado de su caballo y no ser trasladado al hospital.
El equino tenía una pata fracturada y serios golpes en la cabeza y en su abdomen. Minutos después, cuando arribó la policía al lugar, intentó pararse y cayó nuevamente sobre el Fiat.