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Esta tarde, a las 17:30 hs., los familiares de Franco González, el adolescente que falleció en un confuso episodio ocurrido en calles Lieberman y La Pampa cuando se encontraba con el agente de guardia apostado en ese lugar, se reunirán para pedir justicia por la muerte del menor. Su padre relató que "el agente de policía Chapay tenía la costumbre de saludar a los chicos apuntándoles con la pistola en el estómago".

Además contó que se había ganado la amistad de los chicos del barrio "porque por las noches les enseñaba a desarmar su arma reglamentaria en el interior de la escuela Eva Duarte".

Luis Gonzáles manifestó que no realizarán marchas y decidieron convocar a la gente del barrio para pedir justicia. "Franco era un chico bueno, la gente lo quería y él se hacía querer con todos, así se hicieron querer con los policías que estaban allí por la muerte de Jonathan Burgos, él iba a la escuela Eva Duarte y los tres policías hacían guardia allí: Palazotti, Mendoza y Chapay". Después agregó que no le cierra la muerte de su hijo debido a que "un policía debe ser un profesional en el manejo de las armas, un policía debe saber lo que hace al manipular un arma, al estar con la gente común, tengo 41 años y nunca tuve un arma ni siquiera una de juguete cuando era chico, la verdad es que lo que pasó ahí lo sabe Franco y él nada más; pero no me cierra la teoría del accidente", expresó. Hablando sobre las razones de su duda argumentó que "un accidente se produce cuando se cae un arma y no cuando la apoyan en la panza de alguien, como en la panza de mi hijo, en un primer momento hasta los médicos que operaron a Franco dijeron que el arma había sido apoyada en la panza y no sé si fue una joda o un accidente, el policía jodía con Franco y con sus amigos de la escuela. Esa noche salieron de la escuela, los otros chicos se fueron para sus casas y Franco se quedó con él". González contó que los amigos de su hijo le manifestaron que Chapay tenia una extraña costumbre para saludarlos, "él les decía: ¿Cómo andás? Y les apoyaba la pistola en la panza, ése era su saludo y eso atestiguaron mayores y menores. Ése era su saludo, les mostraba el arma".

Otro dato revelador que aportó el padre del joven asesinado es que Chapay reunía a los chicos en el interior de la escuela Eva Duarte por las noches y les enseñaba a desarmar su pistola Browing 9 mm. "Para mi era una tranquilidad que esté con los policías hasta la madrugada, porque, después de la muerte de Burgos y con estos muchachos, a él se le había destapado la vocación de ser policía y cuando hacia frío en el interior de la escuela Chapay le enseñaba a armar y a desarmar el arma en horas de la madrugada, así que si no pasaba ahí hubiese pasado en otra circunstancias porque no tenia porque andar manipulando el arma delante de menores, por eso pedimos justicia", indicó.
Fuente: Diario El Sol

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