"Todavía no podemos llegar hasta nuestros comercios; el río ha empezado a bajar y no sabemos cómo quedaron los negocios, nosotros estamos parados, sin trabajar desde hace 20 días, tenemos gente a cargo, yo tengo dos empleados y no me quedó otra que pagarles el sueldo, ellos están en blanco, pagamos cargas sociales y sueldos, ellos tienen que vivir", indicó el comerciante, contextualizando la situación que están viviendo.
Doval destacó que siempre han tenido respuestas buenas en cada creciente y, ahora, reclaman la exención impositiva y de tasas. "Queremos plazos de seis meses y que no cobren los ingresos brutos provinciales, que están gravados de acuerdo a las ventas; sería conveniente ya que tenemos una gran presión fiscal. Nuestras grandes pérdidas son los daños estructurales, por lo que pedimos un acompañamiento porque nosotros prestamos una función para la gente que viene de visita; si queremos apostar a la recuperación de una ciudad turística no está mal que nos ayuden".