Ante la sospecha de que se trataba de un ilícito, impartieron la voz de alto, interceptaron a la embarcación y la condujeron al puerto. Una vez allí y en presencia de testigos, se constató que las dos personas, de nacionalidad argentina y mayores de edad, transportaban a bordo 2500 cartones de cigarrillos.
La situación del ilícito obligó a la intervención en el caso del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, a cargo de Pablo Seró quien ordenó el secuestro de la mercadería.