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Los fines de semana largos, en especial el actual de Semana Santa, un flujo importante de ciudadanos uruguayos transitan por el puente de Salto Grande. El problema radica en la espera dado que en las horas pico, de 8 a 12 para ingresar a la Argentina y de 16 a 19 para salir, atravesar la fila puede llevar una hora o más de demora. Para evitar esa espera, se idearon y construyeron las cabinas de tránsito vecinal. Hace varios años que la tarea está terminada pero nunca se las puso en funciones. Las autoridades manifestaron que no hay personal. Para el presidente del Centro de Industria, Comercio y Servicios de Concordia (CICS), Walter Kleiman, la cuestión pasa solamente por la comodidad del personal.

Por iniciativa del Centro Comercial de Concordia, las cabinas de Migración Vecinal fueron construidas por la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (Cafesg), con el apoyo de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande delegación Argentina (CTM) y la municipalidad de Concordia, a través del ente público-privado Emcontur.

El 15 de diciembre de 2009 fueron inauguradas. Como “un símbolo de unión” entre Argentina y Uruguay consideró ese día el gobernador Sergio Urribarri a las cabinas. “Esto es un ejemplo de lo que hay que hacer en las regiones donde tenemos pueblos hermanos, con historias de 150 años o más y, justamente, la historia es lo que avala esta integración”.

No obstante, ya transcurrieron más de cuatro años desde la inauguración y no hay perspectivas de que comiencen a funcionar en el mediano plazo.

UNA HORA DE ESPERA

Esta semana, un promedio de 5.500 personas cruzan por el puente diariamente. El trámite, prolongado de por sí debido a los 60 minutos que hay que esperar en promedio, se incrementa en momentos en que arriban los colectivos con turistas. En esos casos, de las cuatro personas que pertenecen a Migraciones de ambos países, sólo tres continúan con sus tareas y otra se debe ocupar exclusivamente de controlar a los pasajeros del micro. Y eso se repite constantemente los fines de semana cuando trasponen las fronteras varios colectivos por día.

Kleiman indicó que la iniciativa apuntaba a agilizar el trámite fronterizo. “El pasajero no se baja del coche y directamente lo atienden en la cabina presentando la documentación”, indicó.

Lo más importante es el ahorro de tiempo. “Con las cabinas funcionando se evitaría tener tanta gente circulando por la frontera. El trámite se hace directamente en la cabina, es fácil comprobar el documento sin bajarse del auto”, señaló.

Pero, además, el presidente del CICS sostuvo que las cabinas constituyen un método más eficaz a la hora de comprobar la identidad de quien cruza la frontera. “Cuando hay muchos descontrol, mucha gente en la zona fronteriza, se pierde el control”, manifestó.

Kleiman explicó que Gendarmería sólo controla la cantidad de pasajeros. “En el papelito dice solamente cuatro pasajeros. Pero después uno puede cambiar los pasajeros. Gendarmería no se da cuenta, si las personas que están pasando son las mismas que se presentaron en ventanilla”, señaló.

SIN JUSTIFICATIVO

Consultado sobre los motivos que imposibilitaron la implementación del sistema, el responsable de la entidad intermedia manifestó que las autoridades del vecino país argumentaron que carecían del personal necesario para esa tarea específica. Pero, para Kleiman, ese no es un “justificativo pleno”.

Por ello, opinó que es una cuestión de comodidad. “Es mejor para ellos estar detrás del mostrador que en las cabinas. Detrás del mostrador hay hasta televisores y no en las cabinas”, sostuvo.

Pero no sólo se encontraron con falta de colaboración del Uruguay para poner en marcha las cabinas sino que se encontraron con la misma actitud de este lado. “Nunca tuvimos la certeza de Migraciones de querer aprovechar las cabinas”, sostuvo el responsable de la entidad intermedia.

De todas formas, las cabinas permanecen en la frontera. Sin utilización alguna por el momento, en el CICS esperan que algún día se revierta esa situación y se puedan utilizar las tarjetas que emitieron en su momento. “Tenemos la esperanza de que algún día se empiecen a usar. Más que nada los días pico que es cuando más se necesita”, dijo Kleiman.

EN OTROS PUENTES FUNCIONA

Lo llamativo es que en otros pasos de frontera al Uruguay como el puente Artigas funciona una tarjeta vecinal fronteriza para los habitantes que se encuentran a 50 kilómetros a la redonda lo que incluye a vecinos de Colón, San José, Villa Elisa y Concepción del Uruguay, la cual es totalmente gratuita.

Algo similar se implementó en el puente General San Martín que une Gualeguaychú y Fray Bentos (ROU). La tarjeta se otorga a ciudadanos nacionales o naturalizados de Gualeguaychú, Fray Bentos y Mercedes.

Hace algunos meses, el Boletín Oficial de la Nación publicó la aprobación del Congreso de un acuerdo firmado entre nuestro país y Brasil en el que se establece que los ciudadanos de todas las poblaciones ubicadas en las zonas de frontera, y que tengan fuerte intercambio comercial y social deberán recibir una Tránsito Vecinal Fronterizo (TTV), para acceder a los servicios públicos en forma igualitaria en ambos lados de la frontera. En la Dirección de Migraciones local ya se encontrarían las tarjetas para ser llenadas, se espera la órden para comenzar con el operativo.

Poblaciones fronterizas de Misiones, Corrientes, que colindan con Brasil, serán las más beneficiadas por la norma, ya que con la TTV podrán tener los beneficios mencionados.

La tarjeta tendrá una validez de 5 años y se podrá prorrogar por otro período, al final del cual podrá ser concedido por tiempo indeterminado; pero se aclara que su obtención no sustituye al documento nacional de identidad, cuya presentación podrá ser exigida en cualquier momento y lugar.
Fuente: Diario Redes de Noticias

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