El servicio de Traumatología del hospital Gutiérrez, donde Guerrero trabajaba, cerró este lunes por duelo, según confirmó el director del centro asistencial, Walter Paz. Todos los médicos salieron a la calle y se movilizaron para pedir justicia.En las próximas horas, en tanto, habrá una manifestación interhospitalaria en la gobernación provincial.
En la puerta del hospital ayer había globos negros. Y un inmenso cartel que decía: "Justicia por Francisco". Adentro, sus compañeros no tenían consuelo. "Pancho", como lo llamaban sus amigos, era hijo único, había nacido en Concordia, Entre Ríos, y estaba en el tercer año de la residencia.
Según contó la novia del médico, Gimena Juri, de 30 años, en el momento del nuevo ataque la pareja estaba organizando una salida para festejar el cumpleaños de Guerrero. Ella pidió que no lo mataran. Pero le dispararon igual.
El doctor Luis Amado compartió con él su última guardia: "el Jueves Santo operamos juntos, dos veces. Al hospital a veces llegan malvivientes, nosotros los operamos y los curamos como a cualquier ser humano. Quizá Pancho curó a este mismo delincuente que lo mató. Nosotros estamos entrenados para curar y salvar vidas. Ellos, para matar".
"Aplausazo" por la muerte de Francisco Guerrero
