Todas estas obras fueron anunciadas como un gran progreso y algo que merece festejos en la ciudad, pero quizá no contemplaron un detalle: todas las construcciones están ubicadas en zona inundable. Sin ir más lejos, el skatepark cumplirá dos meses de inauguración, y dentro de ese período pasó un mes y medio inutilizable a causa de la creciente del río.
Pareciera que para la construcción de este centro los planificadores de la ciudad tuvieron en cuenta a la creciente, ya que levantaron un terraplén que supera la cota 15 y desde ahí arriba emplazaron los cimientos del nuevo centro. Pero tal como le sucedió al ya nombrado parque de skate, la inundación lo dejará inutilizable: el agua no superará la altura del edificio, pero si tapará los puntos de acceso al lugar.
Las obras municipales han intentado paliar de alguna forma con las crecientes, sobre todo desde el arroyo Manzores, pero las presuntas soluciones han sido de muy baja calidad y no permanecieron firmes más de 6 meses, hasta pareciera que se hicieron a las apuradas: basta con detenerse en el puente de calle Salta y mirar hacia el norte para divisar una especie de represa destruida, con una senda peatonal intransitable debido a la natural erosión del suelo.
El Centro de Información, Interpretación y Formación del Arroyo Manzores (de ahora en adelante será llamado CIIF) fue pensado como un espacio donde los habitantes del barrio puedan llevar a cabo actividades y aprendan sobre el cuidado, uso y mantenimiento de la obra de sistematización y saneamiento del Arroyo. Y ahora se comprende todo, porque en ningún lado dice que también se intentarán encontrar formas eficientes de reducir los daños causados por las habituales inundaciones de la zona sur de la ciudad.
