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Tras la repercusión mundial de su llegada, el orgullo concordiense Federico Bruno habló en Oíd Mortales Radio, en el programa "La Quinta Pata" (lunes a viernes, de 9 a 12), y contó las cosas que ocurrieron y que desembocaron en su particular llegada.
El atleta comenzó contando su estrategia de carrera: "salí a un ritmo cauteloso, tranquilo porque quería correr de menos a más. Salí a ritmo de 2 horas 16 ya que si aguanto a este ritmo sabía que me iba a meter en una buena posición. Los otros dos argentinos salieron más fuerte, pero igual me quedé tranquilo porque la idea era que si se llega bien arriba al kilómetro 30 se puede correr muy fuerte".

Pero el plan se arruinó: "hasta el 30 mantuve el ritmo de 2:17 y ahí empezó el primer calambre, cosa a la que no le dí demasiada importancia. Paré 10 segundos, porque siempre tenés que parar después de un calambre, y seguí. Bajé un poquito el ritmo, pero dije "dale que vamos bien todavía". Después del 37 otra vez me empezó a hormiguear las piernas pero muy mal, pero seguí aguantando, corriendo a un ritmo de 3:30 por kilómetro. Ahí ya había elevado el tiempo e iba a llegar en 2 horas 20. Todavía estaba conforme, pero en el 38 yo perdí toda la carrera".

"Los médicos me querían sacar"

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A cuatro kilómetros del final "dije 'acá no puedo abandonar'. Los médicos me querían sacar, los voluntarios me decían que llame a un médico, pero yo les decía que no me agarren porque yo no iba a salir de la prueba". En el momento en el que los ayudantes quisieron intervenir "justo pasaba un paraguayo que me estaba por pasar, Derlys Ayala, que se dio vuelta, frenó y vio que yo estaba ahí y dice "no te quedes, vamos vamos". Él me fue animando y terminé buscando la forma lateral, que era la única manera que tenía de correr, y me fui corriendo así como 3 kilómetros hasta llegar a la meta".

Bruno contó que en el momento en el que se detuvo "me pasaron muchas cosas por la cabeza, yo decía "por qué justo así, por qué el cuerpo me está pagando esto si me preparé de la mejor forma". Nosotros estábamos haciendo 30 kilómetros diarios por día, estaba muy bien entrenado, no sé por qué me pasó. En esos momentos se me pasó esa tristeza de para qué tanto esfuerzo para terminar mi primer juego olímpico así, pero tenía que llegar para ser olímpico. Uno quizás decía desde su casa "por qué no paró, ¿para qué va a llegar así dando lástima?" pero uno para ser olímpico tiene que llegar y por eso yo tenía esa ansiedad. Quizás llegaba arrastrándome, pero tenía que pasar la meta".

Consultado sobre qué era lo que más le dolía, fue contundente: "era todo el cuerpo, pero los isquiotibiales era lo que más sentía. Las dos piernas se me acalambraban, en ese momento me ubiqué para la pierna derecha porque vi que no me acalambraba galopando así, era la única manera porque me ponía de frente y me acalambraba. Ahora tengo muchos dolores en todo el cuerpo pero de calambres y fatigas, nada de lesiones o desgarros que es lo que me pone contento".

"Acá sos noticia"

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El después de la carrera lo tomó por sorpresa: "llegué al hotel y me quedé acostado descansando, pero agarraba el celular y me sorprendía de tanta repercusión que tuvo a nivel mundial. Mi entrenador de España me llamó y me dijo "acá sos noticia, saliste en el noticiero" y yo me reía diciendo que tenía que salir más el ganador en realidad. Pero mi intención en ese momento era llegar, no me importaba llegar último o nada, no quería robar cámara, quería llegar".

Cerró contando que, a pesar del descomunal esfuerzo, "siento dolor del esfuerzo que hice el domingo y nada mas, después arrancaré y sentiré unos dolores. Veré como me siento y si me están quedando molestias hay que tratarlas ya y ojalá no sean nada. Nunca sentí unos dolores tan intensos como los del domingo, otras veces me dieron calambres pero lo normal de un maratonista, así de no poder seguir nunca me pasó".
Fuente: concordia.elentrerios.com

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